Un planeta para recordar

Hace ya tiempo que vi una película titulada Un paseo para recordar y, aunque el paseo no lo recuerdo muy bien, lo que sí recuerdo de la película es un error astronómico.

Pongámonos en situación, un chico (Landon) y una chica (Jamie) están de noche en un cementerio, observando las estrellas con un telescopio. Jamie le pregunta a Landon qué desea observar con el telescopio, a lo que el chico responde «Plutón«. La respuesta de la chica es que Plutón solo puede verse poco antes del amanecer… Todos aquellos a los que nos gusta la astronomía y hemos visto esta película, en aquel momento sentimos un pinchazo en el hígado… En esa última frase hay varios errores. Veamos…

El primer error del que nos podemos percatar es que observar Plutón con un telecopio doméstico (personalmente me parece un telescopio Dobson) desde la superficie de la tierra es sencillamente imposible. Plutón, antes último planeta del sistema solar, ahora desterrado a ser un simple «planeta enano», se encuentra a casi 6 mil millones de kilómetros del Sol (distancia media). Esto, junto con su pequeño tamaño, hace que tan sólo comience a ser apreciable con telescopios a partir de 200 mm de apertura (radio de la lente o espejo primario. Véase apertura). ¡Eso es un diámetro de 2 metros! Definitivamente no es el que tiene Jamie. También puede ser observado indirectamente mediante placas fotográficas o CCD, pero no es el caso…

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Plutón observado desde el Telescopio Óptico Nórido, de 2,6m de apertura en La Palma.

Puede que penséis que es un dato que no todo el mundo conoce con tanta exactitud, pero lo que sí conocemos acerca de Plutón es que fue el último «planeta» en ser encontrado (13 de Marzo de 1930). Fue hallado debido a las irregularidades detectadas en los movimientos de Urano y Neptuno, que insinuaban la presencia de un noveno planeta. Esto nos sugiere que Plutón no es un planeta fácil de encontrar ni de observar!

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Imagen de Plutón, junto con su satélite Caronte, tomada por el Telescopio Espacial Hubble.

El segundo error que nos encontramos consiste en la afirmación de que Plutón sólo puede verse un poco antes del amanecer. Algunas veces habréis oído esa frase, pero con otros planetas, como Mercurio o Venus. No es así en el caso de Plutón y enseguida entenderéis el porqué.

Creo que casi todos sabemos cuáles son los planetas del Sistema Solar y su orden en función de su posición con respecto al Sol. Esto es: Mercurio, Venus, La Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno (no, olvidadlo, Plutón ya no es considerado planeta). Además, pueden ser catalogados en planetas interiores y planetas exteriores, dependiendo de si su órbita alrededor del Sol es inferior o superior a la de La Tierra. De esta forma Mercurio y Venus son planetas interiores, mientras que Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno lo son exteriores.

¿Qué tiene todo esto que ver con el momento en que puede ser observado alguno de ellos? Pues todo, ya que sin nos fijamos en la imagen inferior, veremos que los planetas interiores están situados en dirección al Sol, lo que significa dos cosas determinantes:

  1. Si se encuentra cerca del Sol (su posición relativa desde la tierra) el brillo de éste ocultará al objeto en cuestión que queremos observar.
  2. Si estamos mirando hacia al Sol…  significa que es de día.
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Posición relativa de un planeta interior con respecto al Sol y La Tierra

Debido a la primera afirmación, sólo podremos observar los planetas interiores cuando estén suficientemente separados del Sol para que su brillo nos lo permita. Estos momentos serán aquellos en los que su distancia angular con respecto a Sol sea máxima (máxima elongación). Los puntos de La Tierra desde los cuales podrán observarse serán aquellos situados en el límite entre la cara expuesta al Sol y la oculta, que es la zona donde está comenzando a amanecer o anochecer (o acaba de ocurrir).

Siguiendo el mismo razonamiento anterior es fácil darse cuenta de que los planetas exteriores son principalmente observables de noche, pues se encuentran, en principio, más allá de la cara oscura de La Tierra, lejos de la influencia del brillo solar. Sin embargo, esto no es del todo cierto, ya que los planetas cambian su posición alrededor del Sol de forma asíncrona entre ellos, por lo que podemos querer observar un planeta exterior que se encuentre en el extremo de su órbita opuesto a nosotros, justo detrás del Sol (lo que volvería a impedirnos su observación). También es posible observar determinados planetas exteriores en horario diurno bajo determinadas condiciones, pero por simplicidad lo dejaremos aquí…

Por todo lo que acabamos de ver, podemos deducir que la observación de Plutón desde la superficie terrestre, necesariamente ha de hacerse durante la noche, ya que es (era) un planeta exterior. Sí puede ser posible observarlo antes del amanecer, pero no únicamente, y desde luego, no está disponible a menudo bajo estas condiciones, ya que su órbita difiere demasiado con la de La Tierra para estar sincronizadas de esa manera. Además, debe tenerse en cuenta que su magnitud aparente tan baja (medida de su brillo aparente desde nuestra posición. Véase Magnitud Aparente) hace que sea más difícil de observar cuanto más claridad haya en nuestro entorno, por lo que el amanecer no será el momento más adecuado para su observación.

Vemos pues, que ni Plutón es observable con un telescopio doméstico, ni es imprescindible (más bien al contrario) esperar a poco antes del amanecer para poder observarlo (el privilegiado que disponga de un buen telescopio de más de 2 metros de apertura que avise). Supongo que al guionista que escribió ese texto le sonaba algo acerca de que algunos planetas sólo pueden ser observados poco antes del amanecer y se le ocurrió que nuestro pequeño enano podría reunir los requisitos, ya que es uno de los grandes desconocidos de nuestro Sistema Solar.

A pesar de que las actuales generaciones y las sucesivas estudiarán a Plutón como planeta enano, o plutoide, muchos de nosotros siempre lo recordaremos por marcar un antes y después en la definición de planeta, manteniéndose en nuestros recuerdos como el noveno planeta del Sistema Solar, un planeta para recordar.

One Comment

  • JM dice:

    200 mm de apertura son 20 cm, no dos metros. Cierto que observar plutón desde la superficie es todo un reto, pero agrupaciones astronomicas con telescopios ‘algo’ superiores a los ‘domésticos’ son capaces de observarlo.

    El problema es que en condiciones normales y con el equipo del que hablo, no pasa de ser un simple punto débil en la imagen del ocular, rodeado de puntos tanto o más brillantes. Es bastante recomendable trabajar con cartas estelares para localizarlo, y armarse de paciencia en cualquier caso.

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